A partir del 27 de febrero y hasta el 21 de septiembre el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo en Sevilla acoge dos exposiciones absolutamente inéditas en nuestro país, pertenecientes a las artistas Elaine Sturtevant y a Claribel Calderius. Si bien estas exposiciones se diferencian bastante la una de la otra en cuanto a formato, en ambas se percibe una potencia y una simbología que no dejará impasibles a los visitantes. 

En "Sturtevant: ecos de la innovación" podemos encontrar más de 40 obras de la artista procedentes de prestigiosos museos. Elaine Sturtevant (Ohio, 1924-París, 2014) fue una destacada figura dentro del arte conceptual, cuyas obras nos invitan a flexionar sobre cuestiones todavía vigentes, como la sostenibilidad, la originalidad y la autoría. Irrumpió en la escena artística de Nueva York en los años 60 y desde entonces se dedicó a realizar repeticiones de obras de célebres artistas, como Andy Warhol, Jasper Johns y Marcel Duchamp, entre otros. En las obras de Sturtevant, es necesario que entendamos la repetición como diferenciación, como un espejo en el que los artistas originales pueden reflejarse para incluso comprender nuevas perspectivas sobre sus creaciones. 

En "Sensemayá. Cánticos para matar a la culebra", entramos en una suerte de espacio espiritual particularmente interesante por encontrarse en el interior de la Capilla de San Bruno. Claribel Calderius (La Habana, 1986) acostumbra a tratar en sus obras temas como el desamparo, la memoria y la maternidad. Desde 2020, a partir de su traslado a Mérida (Yucatán), incorpora en sus obras materiales locales como la fibra de yute. En esta exposición inspirada en el poema homónimo de Nicolás Guillén y realizada expresamente para ser expuesta en Sevilla, Calderius nos invita a reflexionar sobre la conexión entre las raíces culturales, la muerte, la vida y la renovación, representada con el motivo de la serpiente.