UNA TARDE EN EL TABLAO CON EL BAILAOR ÓSCAR DE LOS REYES
JOSÉ CENIZO JIMÉNEZ
Hola. La vida a veces tiene a bien ofrecernos momentos de emoción mezcla de nostalgia y presente, de arte y amistad, de vida a pleno pulmón. Uno de esos momentos lo viví la tarde del martes 7 de marzo de 2023 con el bailaor Óscar de los Reyes en el tablao donde actuaba, La Casa de la Memoria de Sevilla.
Empecemos por el principio, como en los cuentos. Érase una vez un profesor de Lengua y Literatura destinado al instituto Antonio Domínguez Ortiz de las Letanías de Sevilla. Un centro difícil donde los haya en ese momento donde estuve once cursos de finales de los noventa del XX y principios del XXI en el que lo pasamos francamente mal muchas veces pero también donde encontramos grandes personas y me ofrecieron grandes satisfacciones. Una de esa personas es quien entonces era mi alumno, Óscar de los Reyes. Entonces andaba con la guitarra, o eso creía yo, porque presenté en 1999 mi primer libro de creación, Otra vez septiembre, y él tocó alguna pieza de guitarra junto a una alumna que tocó el violín. Siempre estaré agradecido, pues música y poesía son dos ejes fundamentales en mi vida y, creo, en la cultura. Unidas ya es lo máximo para mí, un alivio contra la monotonía y la aspereza de la vida tan frágil, un gozo continuo. Si no existieran habría que inventarlas.
Pero Óscar estaba entregado ya desde entonces, a la vez, al baile. Y no ha parado, nunca mejor dicho. Vive del baile flamenco. Hace poco le hicimos una entrevista en la revista digital de flamenco Jondoweb (enlace: https://www.jondoweb.com/contenido-entrevista-a-oscar-de-los-reyes-2169.html).
El martes 7 de marzo, invitado amablemente por él, fui a verlo junto al grupo que lo acompañaba a un sitio especial, la Casa de la Memoria, situado en la céntrica calle Cuna de Sevilla, regentada por Rosana de Aza. Con la mayor amabilidad, y gracias a la invitación de la amiga Inmaculada Bustos, que lleva las relaciones de la entidad con la prensa, a quien quedo igualmente agradecido, vi con exquisitos comentarios de Rosana algunas de las piezas que contiene la exposición “Sevilla flamenca. Una mirada romántica” inaugurada en octubre y que ofrece preciosos abanicos, majestuosos mantones, cuadros variados sobre costumbres y flamenco, etc., todo de gran valor en todos los sentidos. No se la pueden perder. Enlace: https://www.casadelamemoria.es/ y en uno de los periódicos que se hizo eco de la noticia, Diario de Sevilla (con vídeo explicativo): https://www.diariodesevilla.es/vivirensevilla/exposicion-Sevilla-Flamenca-mirada-romantica-Casa-Memoria-video_0_1731428055.html
Y llegó el momento esperado. Tomo asiento, rodeado más bien de turistas, nacionales y extranjeros, como era de esperar. Prácticamente lleno, público muy respetuoso e interesado, muy feliz con los momentos especiales de entrega de los artistas. Ya me avisó Óscar de que el cuadro de esa tarde era de altura. En efecto, ahí estaban junto a él, mi exalumno y ahora amigo, la también bailaora Marina Valiente, el cantaor Iván Carpio y el guitarrista Raúl Cantizano. Marina (web http://www.marinavaliente.com), artista sevillana que se subió con sólo tres años a un escenario y que como bailaora realiza actuaciones por todo el mundo (China, Rusia, Austria, Francia, Portugal, etc.) e imparte master class. Además realiza sesiones como modelo (para pintores y fotógrafos). Iván (ver https://lacasadelflamencosevilla.com/artista/ivan-carpio/), jerezano, sobrino nieto del Chocolate, que ha trabajado con la familia de los Farruco o Poveda, entre otros. Raúl (web https://raulcantizano.net/), sevillano de 1973, es conocido acompañante y compositor, autor o colaborador de varios discos, que navega entre el flamenco y otros ritmos con interesantes aportaciones.
Hicieron, muy profesionales y bien compenetrados, en conexión cada vez mayor con el público, tangos al baile, malagueñas con remate de abandolaos Iván con Raúl, de nuevo baile Marina la soleá por bulerías, granaína muy personal de Raúl en solitario y, finalmente, Óscar el taranto con remate de tangos. Al concluir, me sentí agradecido y emocionado por poder ver flamenco, música de calidad, en buenos intérpretes, y sobre todo por los recuerdos que le traía Óscar a este su antiguo profesor, ya hoy jubilado. Agradezco su invitación y valoro la entrega de todos: la fuerza y mezcla de técnica y emoción en Óscar, la gallardía y los magníficos cierres de Marina, la penetrante musicalidad del toque de Raúl y la nueva savia de Iván al cante de siempre.En los tablaos como el de La Casa de la Memoria y los demás de nuestra ahora tan turística Sevilla hay calidad. Siempre la ha habido. Lo demás son prejuicios o costumbres del público local. Doy fe. Mil gracias.
Fotos: Archivo José Cenizo, con el permiso de los artistas y de Rosana de Aza.