42 Festival de Teatro
TEST - Teatro Estudio Turia
“Sabido es que el elemento esencial de la dramática de Romero-Esteo es su lenguaje. Y este ya nos marca –indefectiblemente– los espacios de su lírica y el territorio de su semántica.
Esta obra es esencialmente musical, y no precisamente por la banda sonora. El uso –usque ad nauseam– del lenguaje rimado, de los ripios, de los retruécanos, de la rima interna en sus parlamentos, de la deconstrucción del significado, propone una opinión cuasi meta-teatral: “…ya no da más esto del verso, dejémoslo.”, que nos adentra en espacios imaginativos cercanos a la irrealidad burlesca/grotesca, pero aún dentro de la agria realidad misma. Siempre le escuché decir a Romero Esteo: “…Mi teatro parte de la realidad y va hacia la realidad misma en cuanto deformación imaginativa de lo real.”
La rítmica-tonal de la pieza, llevada por la escala de la tensión/distensión de los diversos conflictos, es un gran reto y una delicia a la vez. He tenido presente dos formas de la rítmica-compositiva: la primera fue plantearme la obra como un ritornelo y, la otra, atender –en el plano sensitivo/emocional– a una figura elíptica ascendente de la trama, al modo de ciertas composiciones de O. Messiaen.
En lo referente a la plástica y a los espacios arquitectónicos del tempore et locus, donde la acción sucede, pues a la primera darle el contraste de obscuridad a la violencia que la pieza requiere, y la segunda pues ir anunciando la luz de un nuevo día con la luz de un trigal. Y en mitad de ese trigal la delicada flor roja de la amapola/de la convivencia mientras suspira el Pasodoble, bailado –esta vez sí en pareja– con el presagio del incierto futuro de la navaja española. La espaciografía quedó resuelta con la gran mesa de la discordia a modo de altar de todos los vicios y sacrificios. (…)” Juan Manuel Hurtado
De Miguel Romero Esteo
Libre versión y dirección Juan Manuel Hurtado
Con Toñi Martín y Francisco Tejón