POLIANA LIMA
Estrenada en el Teatro de La Abadía durante el Festival de Otoño (Madrid), Oro negro escarba en el pasado de la creadora brasileña, en el de su familia y en su propia memoria, apoyada en una danza que “le salvó la vida”.
Oro negro se construye a través de la metáfora del petróleo, para asociar poéticamente el proceso de excavación de un tesoro con la puesta en valor de elementos e identidades que fueron negados y excluidos en la cultura occidental hegemónica. En la pieza, el cuerpo es el instrumento que excava y es en el objeto excavado donde se revela lo demoníaco: la carne blanda, vulnerable y perecedera, lo erótico femenino desde la perspectiva del deseo de una mujer, la negritud y lo popular.
Oro negro concibe el cuerpo como territorio de memoria viva, lugar donde se articulan y se permiten leer las dimensiones biográficas, familiares y comunitarias, las socioculturales y míticas y espirituales. Esta concepción del cuerpo permite la exploración de las huellas de los procesos tácitos de transmisión de los hábitos, costumbres, violencias, dolores y goces a lo largo de varias generaciones.
Explorando estas múltiples dimensiones identitarias, culturales y temporales que conforman el cuerpo como un conglomerado diverso, inestable y dinámico, Oro negro roza y utiliza los clichés para culminar con un desbordamiento en el que la mirada del espectador se ve obligada a posicionarse.