Eva, Nerea, Julia, Rocío y Elo, cinco mujeres de más de cuarenta años y de clase media, se asoman a la historia reciente de la salud mental y, tras ver los horrores que las precedieron, nos muestran lo que les pasa a ellas ahora. No ignoran sus privilegios, pero saben que la conmoción acumulada durante el estado de alarma, la confusión por haber llegado tarde a casi todo y la ansiedad que conlleva la autoexplotación permanente mientras sonríen, meten barriga y piden perdón, las están enfermando.