Este libro es un homenaje a los cines, esos palacios de los sueños que tanto significan en la vida de los espectadores. Una suerte de elegía, no menos melancólica que divertida, a los locales que ofrecen el goce de las películas inolvidables y al compromiso que la propia imaginación les debe.
Un libro para abonar el recuerdo y la emoción de esos lugares que en la oscuridad recrean la íntima complicidad de tantas aventuras y sentimientos.
Su autor lo ha escrito rememorando el suceso que en algún momento le hizo dudar de si los cines le fascinaban tanto como el cine, ya que se había convertido en un cautivo no menos sagrado que los feligreses en sus iglesias, pero sin otro credo que el inmenso placer de lo que sucedía en las pantallas.
En las doce historias que componen El limbo de los cines, Luis Mateo Díez, uno de los más reconocidos y premiados escritores del país, lleva al interior de las salas de cine. Es un viaje al pasado, y también al presente, de lo que puede pasar en una sala oscura cuando los protagonistas de las películas cobran vida y salen al patio de butacas, o marcianos que aterrizan en el cine Cosmo de Bericia, o tiene lugar un asesinato en el cine Claridades.
Luis Mateo Díez muestra en este genial libro su faceta más divertida y juguetona para realizar un homenaje a los cines, genialmente ilustrado por el gran Emilio Urberuaga.