“Entre el obrador y la academia” indaga en la práctica pictórica del siglo de oro en Sevilla y en la evolución que experimentó, partiendo de un trabajo característico del mundo gremial para pasar a los cambios consecuentes del interés de algunos autores por el disegno italiano. Antonio García Baeza, a través del análisis de numerosos documentos, describe el funcionamiento del obrador en la época, tratando desde el tipo de material empleado hasta la resolución de disputas legales o las funciones atribuidas a los distintos miembros. El autor va más allá de lo superficial, abordando cuestiones hasta ahora mayoritariamente ignoradas por los investigadores desde la óptica de la profunda curiosidad, y ofreciendo un examen que satisface a quienes pueden considerarse algo más que aficionados a la historia del arte. García Baeza se sitúa en el momento en el que se inicia una ruptura con la filosofía imperante hasta la fecha, y los dibujos comienzan a dejar de ser entendidos como una práctica finalista, estando impregnados de la creatividad del creador. El libro, dividido en tres partes, arranca con la descripción de la situación histórico-artística de la ciudad de Sevilla en la época, continúa con la narración del ambiente que cualquier aspirante a artista hallaba en las academias y cierra acercándonos a la metodología empleada dentro de las mismas por profesores que comienzan a tratar de dejar atrás sistemas de creación y organización obsoletos en comparación con referentes de la producción artística como Italia.