Fernando Alfaro irrumpió en nuestra escena a finales de los 80 para taponar la herida por la que se desangraba la creatividad de una etapa inolvidable. La llegada de Surfin’ Bichos y su brillante expresión de rabia certera, agitó el cambio a la nueva década e influyó decisivamente en el inicio de la llamada música indie.
Referencia indudable para multitud de artistas, ha continuado desarrollando su personal universo con Chucho y en solitario, entregando a lo largo de más de tres décadas títulos tan memorables como ‘Hermanos Carnales’ (1992), ‘Tejido de felicidad’ (1999) o ‘La vida es extraña y rara’ (2011). Obras sustentadas en unas personales letras de gran calado, hondas hasta un peligroso punto de inmersión, pero no exentas de belleza.
Estas conversaciones adornadas con buen número de material gráfico inédito, nos acercan a un autor tan directo como sus canciones. Con él repasamos de manera cruda todas esas vivencias que terminaron por alimentar su distintivo proceso de creación. Junto al amor, la amistad o la familia, están los estímulos prohibidos, la angustia vital, lo perverso de la religión o la descreída percepción del éxito masivo. En resumen, la innegable habilidad de no quedarse en lo superficial, y ser capaz de penetrar hasta lo más profundo.