La delincuencia actual conforma un mosaico muy variado de conductas ilícitas con naturalezas y génesis diversas. Los delitos como el terrorismo, el crimen organizado, la cibercriminalidad, la delincuencia económica, la corrupción o los delitos sexuales o de género presentan niveles de complejidad dispares que demandan la especialización, actualización y tecnificación de las unidades encargadas de la investigación criminal para actuar con eficacia y eficiencia.
La investigación criminal es el proceso a través del cual los especialistas reconstruyen los hechos acontecidos y aportan las pruebas de culpabilidad que permitirán al juez establecer la responsabilidad penal. En este proceso, se utilizan diversas técnicas y procedimientos de obtención de indicios e información que permitirán reconstruir los hechos con la mayor fiabilidad posible. En Investigación criminal. Principios, técnicas y aplicaciones, un grupo de expertos procedentes de las unidades de investigación criminal de élite y procedentes del ámbito académico describen y analizan las diferentes técnicas de investigación existentes, sus fundamentos y aplicaciones a los diversos ámbitos delincuenciales, así como sus limitaciones para los retos criminales actuales.