En los veinticinco capítulos de este libro, José Manuel Sánchez Ron ha intentado moverse en el doble territorio de la ciencia y de la vida. No solo bajo la óptica que determina la ciencia, sino también desde perspectivas más amplias. Especialmente la del efecto que nuestras bien informadas (por la ciencia y la técnica) acciones ejercen en nuestro hábitat, el planeta Tierra, y en nosotros mismos, en nuestro presente y en nuestro futuro. De ahí el título, La vida de la ciencia y la ciencia de la vida. Se trata de comprender de dónde venimos —«hijos de las estrellas»—, qué somos, en qué, tal vez, podremos convertirnos, y acaso sobre todo, entender que lo que hacemos tiene consecuencias, y cuáles son estas.