Tras una preciosa ilustración de cubierta de Esther Gili donde se evoca la ensoñación y la creatividad, hay nueve historias cortas que no dejarán a nadie indiferente. Son relatos que hablan sobre un padre feminista; sobre lo ridículas que se ven nuestras asociaciones de lo masculino y lo femenino cuando estas se invierten durante un día; sobre cómo la anorexia fue el síndrome de la impostora original; sobre cómo las mujeres, incluso cuando son mayoría, se silencian a ellas mismas; sobre una canción que en su soledad habla y reúne a todas las mujeres de la historia; sobre cómo el compartir una tarta en un café puede ser un lugar de confesiones; sobre cómo la vida de tus antepasadas te ha formado como eres hoy; sobre cómo un momento compartido entre madre e hija se convierte en la semilla de lo que será tu obra, y sobre usar la valentía y el coraje para hacer aquello que todo el mundo te dice que no puedes hacer solo por ser quien eres.