Rememora las vivencias de Antonio de Orleáns y su esposa, la infanta María Luisa Fernanda durante su estancia en Sevilla, y es obra de la profesora de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla Mª Carmen Fernández Albéndiz. Se trata de la reedición de una obra ya clásica de la historiografía sevillana –la 1ª ed. se remonta a 1994- sobre el siglo XIX. El 7 de mayo de 1848 llegaba a Sevilla la infanta Luisa Fernanda y su marido, el duque de Montpensier tras un accidentado periplo por Francia, Inglaterra y España. Si la situación política internacional les había traído de vuelta a España, la situación política nacional los arrastraría hasta orillas del Guadalquivir. El establecimiento de los Montpensier, primero provisionalmente y luego de forma definitiva en la capital hispalense, supondría un importante cambio para la ciudad. Sevilla que seguía soñando con recobrar su esplendor y prestigio en el concierto nacional e internacional, acogió con agrado la llegada de la princesa de Asturias y su marido. Esta circunstancia podía ser el golpe de suerte que muchos esperaban para ver renacer a la ciudad. La creación de una segunda corte en San Telmo, en abierta competencia con la de Madrid, se convertiría en un claro elemento de la reactivación de la vida económica, política y social sevillana. Desde un primer momento, los duques de Montpensier se fanaron por construir su propia corte con un severo protocolo, mezcla del francés y el español. Según algunos historiadores, el duque quiso hacer resaltar con el cumplimento estricto de la etiqueta en la corte sevillana el relajamiento que, a veces, parecía existir en la corte de su cuñada Isabel II.