Las imágenes de esta exposición invitan al espectador a degustar la hondura histórica y textura vital de la I Vuelta al Mundo en su teatro imprescindible: sus lugares de salida y llegada, Sanlúcar de Barrameda, el Guadalquivir, Sevilla. La secuencia de ilustraciones que sigue a continuación conduce a lo largo de un paseo visual por recreaciones imaginadas y a la vez cuidadosamente documentadas, abriendo una ventana que nos permite asomarnos a la representación de otra época, quinientos años atrás, conjurando el paso del tiempo. Su hilo argumental es claro: seguir los pasos en Sanlúcar, el Guadalquivir y Sevilla de la aventura universal de la I Vuelta al Mundo. Una de las mayores hazañas de las que se tiene memoria y que alumbró varios de los grandes descubrimientos: los del estrecho de Magallanes y la comunicación entre los océanos, la dimensión descomunal del Pacífico, el avistamiento de las islas Filipinas y otros archipiélagos, la constatación fehaciente de que América era un continente con personalidad propia, la demostración irreversible de la esfericidad del planeta y, en fin, la comprobación de que la Tierra era una entidad única y global, tanto desde el punto de vista geográfico como humano. Hace justo quinientos años Sanlúcar y Sevilla, junto con el cauce del río que corre entre ambas ciudades, fueron el hervidero de actividad cosmopolita y punto de salida y retorno de este asombroso periplo, del que ahora se conmemora el V Centenario.