¿Qué diferencia hay entre la comunicación racional y la emocional? La respuesta está en que una nace para cambiar las ideas y la otra para variar las emociones. Y es que todos sabemos que un estado de ánimo, de tristeza o de euforia, condiciona nuestra capacidad de raciocinio. Estamos viviendo una época en la que las emociones se están apoderando de nuestras decisiones. Esto está provocando una tremenda imprevisibilidad a todos los niveles que hace que las encuestas fracasen recurrentemente y que se den acontecimientos sin precedentes en la política, la economía y la sociedad. Por ello la toma de decisiones, bien sea un voto, el acto de consumo o una decisión personal, cada vez están más basados en las emociones, muchas veces en contra de lo que la lógica marca.