Este espacio es un lugar que combina el flamenco tradicional con el descubrimiento de las nuevas fronteras del flamenco. No es un tablao típico. Piensan que el flamenco evoluciona y se moderniza con el paso del tiempo, pero sin perder las raíces. Aquí se dedican a su estudio: A su espectáculo vienen extranjeros, pero su público también es de aquí, porque entre sus artistas están los mejores bailaores del momento. Se alejan del cliché para dar frescura y modernidad a un arte que es esencial para su cultura.
Ofrecen un espectáculo de miércoles a domingo, de algo más de una hora, consistente en un cuadro flamenco tradicional: bailaor y bailaora, cante y guitarra.
El emplazamiento es único: un local espacioso, con grandes salas de ensayo y el tablao, al fondo, con vistas al río Guadalquivir. Es un espacio nuevo y equipado con todas las comodidades: vestuarios con duchas y taquillas, salas de baile con equipos de sonido, insonorizadas y con aire acondicionado.