La tarde del viernes 24 de noviembre, gracias al Aula de Flamenco de la Universidad de Sevilla, coordinada por Pepi Bulnes, pasamos un par de horas extraordinarias escuchando la explicación del cantaor Calixto Sánchez acerca del tema tan debatido de la voz en el flamenco. Acompañado por la guitarra de Eduardo Rebollar, al final incluso nos ofreció dos impagables cantes por soleá y por bulerías. Calixto ha estudiado mucho el cante y eso se nota. En ese sentido es un cantaor excepcional, además de en el estrictamente musical, donde es uno de los más importantes de los últimos años. Nos contó cómo se interesó por el mundo del flamenco, recalco porque él recalcó, ese mundo, amplio, casi inabarcable, al ver que se abría ante él todo un universo de historia e historias, de letras, de matices musicales, etc. Una de las puertas que vio era la de la voz. ¿Qué es la voz gitana?, se preguntó. "No la encontré, sencillamente porque no existe", respondió. Tomás, Caracol y Mairena, los tres eran gitanos, con voces muy diferentes. Dijo cosas tan interesantes como las siguientes:
- Las imitaciones en el flamenco no valen para nada.
- Si no se sabe respirar, no se sabe cantar.
- La voz también madura (envejece).
- El cante es propio de cantaores, no estaba en el pueblo, como demuestran los nombres que, en cada estilo, aparecen: soleá de la Roezna, de la Serneta, fandango de tal y cual, etc.
Nos deleitó con su forma de hablar pausada, clara, amena, inlcuso a veces divertida. Siempre, desde luego, desde un conocimiento teórico y práctico al que pocos llegan.
Un lujo y un gozo enormes.