Nutrición
¿TENGO HAMBRE O SED?
Por
Griselda Herrero Martín
Post #17

La homeostasis es un principio biológico por el que se regulan parámetros fisiológicos esenciales. Las respuestas conductuales debidas a la alteración de dicha homeostasis son fundamentales para la supervivencia, pero los procesos motivacionales comprometidos por los estados de necesidad fisiológica se entienden de manera incompleta. Entre estos parámetros fisiológicos esenciales, se encuentran en hambre y la sed, dos sensaciones que permiten mantener al organismo vivo a través del aporte de energía y nutrientes así como agua. 

La sed es una respuesta química a un desequilibrio del balance hídrico y de temperatura en el organismo, es decir que puede fluctuar en función de la alteración de varios parámetros (temperatura exterior, actividad física, composición corporal, tipos de alimentos ingeridos, etc). En muchas ocasiones es posible confundir el hambre y la sed, pues las señales que hacen que sintamos sed nos llegan a través de algunas de las hormonas que están implicadas en inducir sensación de hambre y saciedad (grelina y leptina, respectivamente). Por eso, es posible que a veces sintamos que tenemos hambre pero, en realidad, lo que tenemos es sed.  

El sistema nervioso regula la ingesta de alimentos y de agua de forma similar, estando ambos comportamientos muy bien coordinados. No obstante, hasta hace poco no estaba claro cómo las señales internas del hambre y la sed interactuaban para coordinar de forma eficaz la ingesta de alimentos y de agua. Una reciente revisión realizada por Jourjine (2017) ha determinado que se conocen las señales peptídicas que regulan los circuitos neuronales, las neuronas que integran información sensorial de alimentos y agua así como las neuronas que controlan el hambre y la sed. Toda esta red de señalización es compleja y depende de numerosos factores, interconectados entre sí, lo cual permite que se establezca una perfecta coordinación y eficiencia. 

Si en alguna ocasión tenemos dudas sobre si lo que tenemos en hambre o sed, la mejor opción es beber agua y esperar unos 10 minutos (tiempo suficiente para aliviar la sensación de sed; pues el hambre requiere de al menos unos 20 minutos para desaparecer). Por otro lado, si la sensación de hambre va acompañada de dolor de cabeza, es posible que se esté produciendo una deshidratación, por lo que será preferible beber. 

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