De Veronica Gaido y Vito Tongiani.

Los dos artistas pertenecientes a diferentes mundos expresivos se enfrentan con el objetivo de contar la atmósfera y la vida del histórico puerto de la ciudad, bautizado como Mogador en el siglo VII.

La ciudad, por su posición geográfica abierta al Atlántico, fue  concebida y organizada desde su origen como lugar de encuentro e intercambio. A lo largo del tiempo han sido muchos los artistas los que han encontrado la inspiración en Essaouira, y ahora en el caso de Veronica Gaido y Vito Tongiani encontramos en este lugar simbólico el concepto de vida, de refugio, de viaje, pero también el contraste, el esfuerzo diario de la gente, los colores del día y la oscuridad de la noche que coexisten y se mezclan entre ellos.

Para el escritor Driss Ksikes, cuyo texto abre el catálogo de esta exposición, Tongiani y Gaido, gracias a su visión personal de Mogador, han sido capaces de restaurar completamente las percepciones sensoriales de un lugar, representando con fotografía y pintura la mutabilidad de los colores que lo caracterizan, el enjambre de personas que lo viven, la presencia de los botes que lo llenan y la plenitud de los gestos recurrentes y a veces invisibles, que lo pueblan.