ORQUESTA BÉTICA DE CÁMARA
La Orquesta Bética de Cámara clausura su temporada con un programa luminoso y variado que invita al movimiento, al recuerdo y a la ensoñación. Bajo la dirección de Michael Thomas, la velada comienza con la nostálgica Tarde de verano de Kodály y culmina con sus vibrantes Danzas de Galánta, inspiradas en el folclore húngaro.
Entre ambas piezas, destaca el refinamiento melódico de Ravel con su célebre Pavana para una infanta difunta, originalmente escrita para piano y trasladada a la orquesta por el propio compositor, ofreciendo un instante de contemplación suspendida.
El programa se completa con el Concierto para vibráfono del brasileño Ney Rosauro, obra rítmica y evocadora que permite al solista José Antonio Moreno desplegar el carácter lírico y percutivo del instrumento, ofreciendo un final lleno de energía y colorido que cierra la temporada con brillantez.