Restaurantes y productores aprovechan el delivery y take away para salvar el confinamiento y las restricciones de horarios
Enrique Sancho
El 27 de febrero es el Día Internacional del Cocido, una iniciativa que tiene como objetivo la promoción de uno de los platos más característicos y diferentes de la gastronomía española. Algunos proponen otro día, el 15 o el 23 de marzo y tal vez algún otro. No importa, en realidad cualquier día es bueno para rendir homenaje, y dárselo uno mismo, con cualquiera de la docena de variantes que el cocido tiene en España.
La verdad es que hay una cierta moda en buscar celebraciones gastronómicas y adjudicarles un día, casi siempre con carácter internacional. Así, asistimos, por ejemplo, a propuestas un tanto sorprendentes: Día Mundial de Beber con Pajita (8 de febrero), Día Internacional de la Gelatina (2 de abril), Día Internacional sin Dietas (6 de mayo), Día Mundial de Repetir (3 de junio), Día de comer un poco más de postre (4 de septiembre), Día Mundial de Limpiar el Frigorífico (14 de noviembre) ... y así, hasta completar cada día del año.
Pero el Día del Cocido se ha hecho un nombre desde hace ya algunos años y bueno es dedicarle como mínimo un día al año. El cocido es sin duda uno de los platos más antiguos y populares, del que hay muchas variantes. El más popular, desde luego, es el madrileño, pero no hay que perder de vista el maragato (que se come al revés) y cuya cuna es la Maragatería en León, y más concretamente la localidad de Castrillo de los Polvazares dedicada casi en exclusiva a servir este plato, el montañés y lebaniego, con pequeñas variaciones, de Cantabria, la olla ferroviaria (con alubias en vez de garbanzos), el de Lalín, que ha hecho de su cocido y su feria una fiesta reconocida como de Interés Turístico Internacional, el andaluz que incorpora calabaza y habichuelas, el cocido de pelotas de Murcia y Almería, el gallego que también lleva grelos, la escudella, la olla podrida, el rasol la berza gaditana, los pucheros andaluces o valencianos, el pote asturiano... y tantos otros. Por supuesto, también hay versiones en otros países, como el cocido portugués, el sancochano peruano, el caldo de res de Guatemala o el muy poco conocido eintopf y sus muchas variantes en Alemania.
Volviendo al cocido madrileño hay que decir que casi cada restaurante de la capital y de la Comunidad lo ofrece al menos un día a la semana, completo con vino y postre por 10 o 12 €, pero sin duda hay algunos “templos” que han hecho del cocido su seña de identidad. La mayoría de ellos participan en la 11ª Ruta del Cocido Madrileño que tiene lugar del 1 de febrero al 31 de marzo. Lo nuevo de este año marcado por la pandemia, el confinamiento en casa, las restricciones de horario y el toque de queda y lo incómodo que es comer con mascarilla, es que la mayoría de ellos, además de servirlo en sus locales, se han apuntado a la cada día mayor tendencia del servicio a domicilio –el 63% de los españoles han pedido comida a domicilio en 2020–, lo que los finos llaman take away o delivery, y han adaptado sus platos para que puedan llegar en perfectas condiciones a casa y disfrutarlos en pareja o en familia, tras unos minutos para calentarlo. Estos son varios de los mejores, aunque algunos aún no son tan conocidos:
Cocido madrileño en casa