El Flamenco, además de una manifestación cultural de trascendencia universal, es una experiencia cautivadora y fascinante para todo tipo de públicos. Hecho que unido a su carácter patrimonial la convierte en uno de los motores culturales y económicos más importante con los que cuenta la ciudad.
En torno al Flamenco se ha desarrollado una industria de producción y distribución que en los últimos años ha experimentado un notable auge de la mano de un crecimiento turístico que ha incrementado la demanda de ofertas culturales.
En este contexto de crecimiento y de oportunidades que la ciudad de Sevilla está experimentando, y que tendrá un amplio desarrollo en años futuros, se debe plantear cuanto antes un análisis y debate crítico sobre el papel y la calidad del Flamenco en la oferta cultural de la ciudad y cómo preservar la cultura flamenca en un mercado exigente y a la vez muy intrusivo.
Bajo el lema Authentic Flamenco Quality Establishments se crea una alianza de establecimientos de flamenco de Sevilla con el objetivo de fomentar la imagen, la marca y el prestigio de Sevilla como punto epicentro del Flamenco a nivel internacional. Esta reputación depende en gran medida de la calidad artística y escénica que se ofrece en el conjunto de los establecimientos de flamenco en esta ciudad.
Últimamente, se observa una proliferación de ofertas y lugares de Flamenco que no ofrecen una calidad profesional tanto en el equipamiento técnico como en el apartado artístico, u optan, en otros casos, por la masificación del espectáculo, con una merma de la calidad artística. En este sentido, la formula ‘más flamenco mejor imagen de Sevilla’ no cuadra.
Esta proliferación se aprovecha de la creciente demanda y atracción del Flamenco como oferta turística, pero al mismo tiempo la asfixia y corremos el riesgo de retroceder a un pasado en el que el Flamenco era sólo considerado pura diversión folklórica, y no una manifestación de identidad cultural del pueblo andaluz. Esta masificación y desvirtuación del Flamenco ya se observa desde hace tiempo en capitales como Madrid o Barcelona y representa un auténtico peligro para un destino que identifica al flamenco como seña de su identidad.
Es por ello por lo que los establecimientos que forman parte de esta alianza, concluyen que una agrupación de establecimientos de flamenco que se identifiquen con un concepto de Flamenco como manifestación integral de la cultura andaluza será el garante de que la marca Sevilla Flamenca sobreviva dentro de una concentración desdibujada de ofertas que desarrollan un Flamenco de consumo masivo y que sacrifica en el acto la quintaesencia de este arte milenario es el duende.
Dentro de este paradigma, esta alianza se posiciona en las nuevas corrientes de “turismo premium” que desde las administraciones auguran para Sevilla, convirtiéndose ideales para este tipo de visitantes que priman la calidad por encima de cualquier precio.
Los componentes de esta alianza se caracterizan por una larga trayectoria histórica y por formar parte del origen de la ‘industria’ del flamenco actual: los espacios de más solera como Tablao El Arenal, Casa de la Memoria, Museo del Baile Flamenco y Teatro Flamenco Triana.
Estos establecimientos, legitimados por su trayectoria y trascendencia, son el núcleo y punto de partida de una organización que debe cuidar, preservar y promover la reputación de Sevilla como localidad del flamenco más genuino y auténtico con la máxima calidad.