CAPÍTULO VIII. LAS COSAS QUE TE HACE PENSAR EL ARTE.

DE LAS ESTRELLAS A LAS ESTRELLAS. CIENCIA Y FICCIÓN

El pasado 9 de abril tuvo lugar un hito en la historia de la astronomía. El Event Horizon Telescope (Telescopio del Horizonte de Sucesos, EHT) hizo visible lo que hasta entonces era invisible. Presentó la primera imagen capturada de un agujero negro supermasivo de entre 6400 y 6600 masas solares, localizado en el centro de la galaxia M87, a cincuenta y cinco millones de años luz de la Tierra.

«Hemos visto lo que pensábamos que no era visible. Hemos visto y tomado una foto de un agujero negro». Así lo expresó en una entrevista y con ocasión de suceso, Sheperd Doeleman, el científico que ha liderado el proyecto Event Horizon Telescope (EHT).

Dos años antes, de que el Apolo II hiciese realidad el primer alunizaje humano, concretamente en 1967, el científico Peter Mayhew, durante una conferencia en Nueva York, dio el nombre de Black Hole (Agujero Negro) a ese fenómeno que se relaciona con la curvatura del espacio-tiempo, singularidad envuelta por el horizonte de sucesos o estrella en colapso gravitatorio completo. Dos años después, se logró aquel viaje a la luna que Georges Méliès recreó en su película, considera la primera de la historia del cine, Le voyage dans la Lune (Viaje a la Luna).

Peter Mayhew conocido por su papel de Chewbacca en Star Wars, estrenada en 1977, aquel leal amigo de Han Solo, el piloto del Halcón Milenario, emprendía su marcha definitiva el pasado 30 de abril de este 2019, dejándonos un regusto de melancolía por la pérdida. Es posible que esta estrella esté donde las estrellas se ven muy diferentes hoy («the stars look very different today»), como cantó David Bowie en su Oddity Space.

Sobre la persona que interpretaó al wookiee grandullón, el propio George Lucas, director de esta famosa saga de ciencia ficción, ha expresado que era, «un hombre maravilloso» al que nunca se atrevió a, «irle a la contra». Mark Hamill, quien en Star Wars interpretaba a un caballero jedi, Luke Skywalker, escribió en Twitter, sobre Mayhew que, «era el más amable de los gigantes. Un gran hombre con un corazón incluso más grande».

En 2016, la estrella que interpretó a la princesa Laia, uno de esos pocos personajes femeninos de la época que representaba un modelo de mujer fuerte e inteligente, sin despedida y tras un intenso destello con su vuelta a la pantalla, en una de las últimas películas de Star Wars, también desaparecía repentinamente. «No hay palabras para esta pérdida. Carrie era la luz más brillante en todas las habitaciones en las que entraba. La voy a extrañar mucho» (There are no words for this loss. Carrie was the brightest light in every room she entered. I will miss her dearly), escribía Peter Mayhew, acompañando estas letras con una entrañable foto junto a su compañera de reparto, con quien siempre mantuvo una bonita amistad. 

Teniendo en cuenta la personalidad de Carrie Fisher y su extraordinario sentido del humor e ingenio, no es de extrañar que aquellos diálogos de las primeras películas que se hicieron de Star Wars, se enriquecieran tan acertadamente con sus divertidas ocurrencias. Parece ser que hizo algo más que interpretar a la Princesa Laia colaborando con George Lucas en la escritura del guion.

Star Wars fue, sin duda, un fenómeno cinematográfico que dio alas a la ciencia ficción e hizo posible creer que algún día se podría viajar a la velocidad de la luz. Como anécdota, dicen que el propio George Lucas, no llegó a tiempo al estreno de su propia película debido al colapso en el tráfico, que provocó la enorme expectación que generó entre el público. Qué decir, de aquellos críticos que tan mala acogida dieron a esta saga que hoy ha pasado han ser películas de culto.

Tras un brote de nostalgia cinematográfica durante el cual decido volver a ver alguno de esos primeros episodios puedo revivir la emoción que sentí cuando la vi por primera vez. Era pequeña, cinco años, y el videocasete, para formatos de VHS, hizo posible disfrutar en casa del Episodio IV, la primera de una saga que aún continúa escribiéndose. Hoy el formato de video ha cambiado. Paso a DVD, también fue posible su almacenaje y reproducción desde un USB. Hoy puedes adquirirla descargándola desde alguna de las plataformas de Streming, pero lo que nunca cambiara es su contenido. 

Con cada despedida de estas, siempre repentinas e inesperadas, como la de Carrie Fisher o Peter Mayhew me viene a la memoria ET, el extraterrestre, otra película de culto, pero de otro director, Steve Spielberg. Recuerdo aquella última escena de despedida, cuando ET le dice a Elliot: «Estaré aquí mismo». Y suena la fanfarria y siento que todos mis sentimientos se despliegan gracias a John Williams y a su música. Ahora es cuando he vuelto a mis cinco años, a la experiencia de mi primer día de cine. Imposible olvidar aquellas luces de una nave que, de madrugada y a la velocidad de la luz, se pierde en el cielo, en su viaje más allá de las estrellas.

Observar el fenómeno de la luz o el movimiento, el traslado de elementos en el espacio, pienso sobre las consecuencias de su observación Einstein. Pienso un poco en su Teoría de la Relatividad y su demostración de que la luz es influida por la interacción gravitatoria. Pienso también en el avance de la ciencia y, en concreto, de las Ciencias Espaciales. Y pienso en la influencia de la luz y su observancia en el arte que hizo posible la cámara oscura, la fotografía y el cine. Curiosa coincidencia que el guion de la primera película de la historia se relacionase con las ciencias espaciales, concretamente con un viaje a la luna, (Le voyage dans la Lune), que dejó para siempre en nuestro recuerdo, una cara de la luna humanizada, con un cohete espacial aterrizado sobre ella. La imagen de uno de los fotogramas de Méliès, aquel que un buen día leyó De la Tierra a la Luna, de Julio Verne y Los primeros hombres en la Luna, de H.G. Wells. Es como si el cine abriese esa puerta, a través del arte, a las Ciencias Espaciales. Una puerta que une dos espacios, que une a la ciencia y a la ficción. Una puerta entre las estrellas cinematográficas y las estrellas del universo y es que, hay quien afirma que el origen de todo parece estar en las estrellas.

En estos tiempos, los retos marcados para la tecnología audiovisual apuntan hacia una realidad inmersiva. De hecho, en las ciencias espaciales se habla de increíbles simuladores de exploración espacial, softwares sencillos de instalar, la llave para abrir la puerta del Universo. Una de las plataformas consultadas dice textualmente, cuáles son las metas y que se relacionan con poder «navegar virtualmente desde nuestro propio planeta hasta cualquier galaxia y escudriñar nebulosas, estrellas, sistemas planetarios, cometas o cualquier elemento que llame nuestra atención. Tomadlo con calma aquellos que sufrís de vértigo, porque no es baladí explorar el universo a varios cientos de millones de años luz por segundo».

Este tipo de tecnología que nacen desde la mente creativa de artistas está siendo utilizada por las ciencias espaciales para la misión Mars 2020 (un viaje a Marte previsto para el 18 de febrero de 2021). Todo está siendo minuciosamente preparado para nuestra llegada al Planeta Rojo. Heather Bottom, la ingeniera de sistemas que trabaja para la Misión a Marte, comunicó en rueda de prensa, el pasado 25 de enero de este 2019, que las primeras simulaciones de aterrizaje en el Cráter Jezero del rover Mars 2020 han sido un éxito. 

Sheperd Doeleman, uno de los tres astronautas del mítico alunizaje del Apollo II expresó, en 1969: «Hemos visto lo que pensábamos que no era visible». El pasado martes, 9 de abril de 2019, gracias a tecnologías aplicadas al tratamiento de imagen, a determinados software y desarrolladores de algoritmos como el desarrollado por la joven científica Katie Bouman, han hecho posible visualizar un agujero negro a partir de los datos recopilados, de los telescopios de los ocho observatorios que han participado en el EHT, repartidos por la tierra.

Aunque pueda parecer que el cine está llegando a su colapso gravitatorio completo, frente a un cambio en los gustos de consumo, es más que probable que el cine, en un continuo desarrollo, se siga renovando e incorporando nuevos avances.  De alguna forma, nuestra mirada sigue estando más allá de las estrellas, más allá de los límites conocidos a los que sólo la creatividad de imaginar lo inimaginable puede acercarnos, abrir las puertas al conocimiento, a lo desconocido. Y quién sabe si, uno de estos días, aquel sueño de H.G. Wells con su The Time Machine (La máquina del tiempo, 1895) llega a ser posible, teletransportándonos a aquellos momentos pasado, devolviéndonos a aquellos momentos compartidos con personas que iluminaron nuestro universo y que un día iniciaron su viaje más allá de las estrellas.

Por lo pronto, algo de todo esto se ha conseguido gracias al invento del cine, a la tecnología audiovisual y puede que la clave esté en la luz. No por casualidad o quizás sí, aquellos inventores del cine y su cinematógrafo, los hermanos Lumière, tenían como apellido luz. Esa misma luz que irradian las estrellas, luminarias que desde tiempos remotos sirvieron para marcar el camino, para la navegación celeste y la orientación espacial. Esa luz, esa bombilla que se encendió en la mente de Albert Einstein. De algún modo, aquel invento de los Lumière, patentado en 1895 hizo posible la reproducción de momentos pasados en tiempos presentes. Poder oír y ver moverse a personas que ya no están en nuestro espacio tiempo.

Las cosas que te hace pensar el arte.

Por Ceres Adriana García-Baquero Velasco.

Pedagoga, Lda. en Ciencias de la Educación; Graduada en Bellas Artes y Postgraduada en Historia del Arte. Experta en Gestión del Patrimonio y la cultura (Universidad de Sevilla).

Docente, artista visual y redactora de contenidos en diversos medios de divulgación científica y cultural.

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IMÁGENES: 1) Fotograma de la película ‘Star Wars- Episodio IV’ de George Lucas. 2) y 3) La galaxia M87, obtenida por el Observatorio Chandra de Rayos X de la NASAy la primera imagen de un agujero negro en la M87, lograda a partir del Telescopio de Horizonte de Eventos (EHT, por sus siglas en inglés), NASA/CXC/VILLANOVA UNIVERSITY/J. NEILSEN/EHT