Hace 500 años moría en el castillo del Clos Lucé, en pleno Valle del Loira, Leonardo da Vinci uno de los grandes genios de la historia mundial y, junto con Miguel Ángel y Rafael, la figura más representativa del Renacimiento, un movimiento nacido de la Toscana italiana que llegó a Francia de la mano de Carlos VIII y Francisco I. Fue precisamente la estrecha relación entre Francisco I y Leonardo lo que movió a éste a trasladarse a Francia, donde pasaría los últimos tres años de su vida, muriendo en su habitación de Clos-Lucé y siendo enterrado en el claustro de la colegiata de Saint Florentin en el Castillo Real de Amboise, aunque su sepultura será trasladada tiempo después a la capilla de Saint-Hubert en el Castillo Real de Amboise.
“Leonardo no vino a Francia como un jubilado –opina Christelle de Crémiers, vicepresidenta delegada de Turismo, Territorio y Alimentación del Consejo Regional de la región Centro-Valle del Loira, y lo hace en un magnífico castellano fruto de sus muchos años de estancia en Madrid- en efecto, vino a Amboise en 1516 a petición de Francisco I con quien tenía una gran relación y llegó con un encargo preciso y en un acto de confianza total en él. De hecho, el Castillo Real de Chambord se considera que fue diseñado por Leonardo y comenzó a construirse el mismo año de su muerte. Francisco I y más tarde Catalina de Médicis que sería reina consorte de Francia como esposa de Enrique II, fueron figuras fundamentales para el desarrollo del Renacimiento en Francia.”
La coincidencia de estos tres aniversarios: la muerte de Leonardo el 2 de mayo de 1519, el inicio de la construcción del Castillo de Chambord ese mismo año y la conmemoración del Renacimiento, del francés Renaissance, (un concepto que aunque surgió hace 500 años no fue conocido como tal hasta el siglo XIX, cuando fue formulado a mediados del siglo por el historiador francés Jules Michelet, en su obra “Renaissance et Réforme”, publicada en 1855), ha movilizado a la región de Centro-Valle del Loira a una celebración sin precedentes que cubre todo tipo de actos. En el programa: exposiciones, nuevos espacios, simposios científicos internacionales, visitas y rutas patrimoniales, publicaciones y soportes audiovisuales, creación y difusión de obras artísticas, acciones de mediación, talleres, proyectos técnicos y científicos, propuestas digitales...
“La Región Centro-Valle del Loira, esplendorosa cuna de las artes y la arquitectura del Renacimiento en Francia, desea proyectar en el mundo contemporáneo, a través de un diálogo entre la historia y el porvenir, la efervescencia y el arte del buen vivir renovados de la época presente –señala François Bonneau, Presidente de la Región Centro-Valle del Loira–. Estas celebraciones históricas que hoy están de actualidad constituyen una oportunidad única en la historia de nuestra región para movilizar todas las energías y todo el territorio en torno a los grandes temas del Renacimiento: patrimonio, artes y letras, música, jardines, ciencias y revoluciones tecnológicas, arquitectura, artesanía, gastronomía y, más ampliamente, el arte del buen vivir."
Gracias a la excepcional colaboración de todo el territorio, se propondrán más de 500 eventos a cargo de los principales sitios patrimoniales y de los agentes de los sectores de la cultura, del patrimonio y del turismo, de las ciencias, de la economía y del medioambiente, para un año de celebración, descubrimiento y efervescencia.
“Somos la única región que ha firmado un contrato de colaboración para varios años con la región Toscana –añade Christelle de Crémiers–, lugar de nacimiento de Leonardo y la nuestra de su muerte. Tenemos enfoques diferentes, ellos se focaliza en el aporte científico y académico, mientras que nosotros analizamos el Renacimiento de entonces y el enfoque actual poniendo el acento también en la naturaleza. Tendremos un enfoque histórico, cultural, artístico, patrimonial... pero también algo muy del día de hoy, estudiando nuevas maneras de consumo y de producir, aprovechando las nuevas tecnologías, efectos de luces, tres dimensiones, etc. Queremos a la vez celebrar el increíble aporte del Renacimiento en esta parte de Francia pero también dar respuestas a las preguntas actuales que preocupan al mundo entero.”
Un genio polivalente
A sus 64 años trajo consigo obras prestigiosas como la Gioconda, San Juan Bautista y Santa Ana, así como cuadernos, manuscritos y notas que había acumulado a lo largo de su vida. Francisco I le nombró «primer pintor, ingeniero y arquitecto del rey» poniendo a su disposición el Château du Cloux (actualmente Castillo del Clos Lucé) situado a dos pasos del Castillo Real de Amboise, además de asignarle una renta que le permitía vivir y crear sin limitaciones.
El Valle del Loira, conocido como «Jardín de Francia» desde finales de la Edad Media hasta principios del siglo XVII, sus ciudades y castillos conformaban el lugar de residencia principal de los Reyes de Francia. Debido a esta historia política, cultural y patrimonial tan rica, la Región Centro-Valle del Loira es la cuna del Renacimiento en Francia.
En el Castillo del Clos Lucé, Leonardo da Vinci vivió rodeado de sus alumnos, recibiendo a importantes personalidades del reino, embajadores y amigos artistas. Allí practicó múltiples disciplinas: la pintura, la arquitectura, la filosofía y la escenografía. Leonardo da Vinci se convirtió así en el creador y organizador de las grandes fiestas reales con complejas escenografías, ostentosas decoraciones, cuadros vivientes, autómatas y efectos especiales de luz y sonido. Leonardo también ejerció como arquitecto y urbanista al diseñar, por encargo de Luisa de Saboya y Francisco I, su proyecto de ciudad ideal que debía ubicarse en Romorantin (a 70 km de Amboise).
“Leonardo fue muy feliz en Francia, cosa que no le ocurrió en su Italia natal –opina el televisivo Christian Gálvez, experto mundial en la figura de Leonardo y el Renacimiento, autor de media docena de libros sobre estos temas y comisario de una amplia exposición que se puede ver en Madrid en la Biblioteca Nacional y el Palacio de las Alhajas, escenario en el que Atout France presentó su proyecto ¡Viva Leonardo da Vinci 2019!-. Leonardo llegó a Amboise fracasado y triste porque fue ilegítimo, iletrado, con altas probabilidades de ser disléxico, bipolar, con déficit de atención, acusado injustamente de sodomía... Y a pesar de eso nunca se rindió. Pero fracasó en Florencia, en Milán, en Venecia, en Roma y sufrió lo que sufren los jóvenes hoy en día: fuga de cerebros. Se tuvo que ir a Francia.
Christian conoce bien a Leonardo, le admira pero le pone en su lugar: “La gente piensa en el Renacimiento y piensa en Leonardo por encima de Miguel Ángel, pero la gente no sabe que el 50% de sus obras no las terminó, que el 50% de sus inventos no eran suyos, que otro 25% no funcionaban... Y no es menos genio por ello.”
Las muestras de esta genialidad y el prestigioso legado del Renacimiento, tanto material como inmaterial, así como sus ilustres personajes serán los grandes temas de este año de celebración y podrán verse en las exposiciones y actos que Centro-Valle del Loira tiene previsto presentar en los próximos meses, repartidas en cuatro grandes temas Patrimonio & Historia, Ciencias & Innovación, Arte & Cultura y Gastronomía & Buen Vivir
Una región muy vital
Este movimiento renacentista intelectual y artístico nacido en la Italia del Quattrocento llegó a Francia y más concretamente a la Región Centro-Valle del Loira gracias a Carlos VIII y Francisco I. Por voluntad de estos soberanos, artesanos, paisajistas de jardines, arquitectos y artistas, todos ellos italianos, transformaron las ciudades así como los campos del Valle del Loira mediante la construcción de castillos, iglesias, edificios públicos, casas solariegas, viviendas y mansiones. Así fue como el Renacimiento, nueva forma de vivir y nuevo arte de construcción, hizo que el territorio de la actual Región Centro-Valle del Loira experimentara un desarrollo sin precedentes y se cubriera de construcciones que aún a día de hoy son motivo de orgullo para Francia. Esto se lo debemos en particular a hombres como Leonardo da Vinci y Benvenuto Cellini.
La excepcional programación de 2019 es fruto de un impulso territorial sin precedentes nacido con la vocación de entablar un diálogo entre las épocas y los grandes temas del Renacimiento. Esta programación duradera y ciudadana, que asocia manifestaciones festivas y populares a las exigencias del rigor histórico y científico, está inspirada en la efervescencia del Renacimiento, el genio de Leonardo da Vinci y las ideas contemporáneas, como el humanismo, la universalidad o incluso la utopía y las revoluciones actuales. Este conjunto de eventos y manifestaciones permite elaborar destinos y recorridos para todos, desde el aficionado hasta el especialista en las artes, la cultura, las ciencias o incluso el arte del buen vivir.
“Somos conscientes –concluye la vicepresidenta delegada de Turismo, Territorio y Alimentación– que el Loira tiene que tener un papel protagonista. Es el último río no dibujado por el hombre en Europa. Hemos reconstruido los barcos que navegaban en la época, los puentes que cruzaban y los puertos que los acogían. Desde hace más de 25 años estamos potenciando el cicloturismo por sus orillas, con más de 5.000 kilómetros de rutas y todos los servicios necesarios, una fórmula que permite disfrutar lentamente del paisaje y los monumentos.”
La región Centro-Valle del Loira es rica en efemérides y lugares históricos más allá de sus castillos y de Leonardo. Por ejemplo aquí está la casa donde vivió y murió Marcel Proust, autor de “Enbusca del tiempo perdida” esa obra de referencia en la literatura universal que pocos han leído y en 2019 se cumple un siglo desde que recibiera el Premio Goncourt, el más importantes de las Letras francesas por el segundo volumen de los siete que integran su monumental obra, también la casa de Balzac o la de Rabelais.