Hola, quiero recordar el segundo aniversario del fallecimiento de mi paisano de Paradas el escritor Ricardo Benjumea, fallecido a mediados de mayo de 2022, dado que, además, la entrada en este blog que recordaba su pérdida se ha perdido por un problema informático, como todas las de antes de abril de 2024, más de doscientas. Bueno, no dejo pasar este recordatorio con las palabras que le dediqué recogiendo las de otros que lo conocieron bien. Sed felices. Foto: archivo familiar.
EN MEMORIA DE RICARDO BENJUMEA, EL HOMBRE QUE AMABA A SU PUEBLO (SEGUNDO ANIVERSARIO)
José Cenizo Jiménez
En cada pueblo hay una persona (a veces más) que, a modo de cronista, de manera oficial o no, se interesa por conocer todos los detalles de su localidad, históricos, sociales, festivos, anecdóticos... Siempre los he visto con admiración por su amor a su pueblo y el esfuerzo que dedican a la investigación y a la divulgación de la faceta histórica y social del mismo.
Uno de esos ejemplos admirables es un hombre que a mediados del florido mayo ha fallecido: Ricardo Benjumea Cansino, paisano de Paradas (Sevilla), nacido en 1934. Un hombre de gran personalidad y amor a la cultura. Experto en los detalles culturales y vivenciales de nuestro pueblo. Todo lo reflejó en el libro Más paraeño que El Porche, de 2010, expresión que usamos allí para significar la pertenencia clara al pueblo. Hay un poema, una nana-villancico de este libro misceláneo (poemas, anécdotas, recuerdos, reflexiones...) que está en las fotos que adjunto. DEP. Ánimo y abrazos a sus familiares (su esposa Serafina Carrión y sus hijos Caridad, Amada y Ricardo) y amigos.
Aporto a El Giraldillo este homenaje al que sumo las palabras que le dedican Juan Peña Jiménez y Joaquín Ramón Pérez Buzón.
El paisano y gran amigo Juan Peña Jiménez, profesor y poeta, escribe estas emocionadas palabras de recuerdo a Ricardo:
“Ricardo Benjumea fue mi maestro y amigo. Apenas siendo yo un mocoso, me abrió las puertas de su despacho y su confianza: me adiestró en las labores de búsqueda y cuidado del tiempo y sus vestigios, puso en mis manos los mil legajos que guardaban mi historia, porque guardaban la historia de los míos, esos que se alimentaron de mi misma luz y mi paisaje. Me mostró la cadena del eslabón que yo era.
Con su amistad, en aquellos encuentros en su umbroso, soleado y fresco rincón de El Palomar pude gozar de sus más altos y divertidos registros de la cultura, desde lo más docto y académico hasta lo más mundano y frívolo de nobles y plebeyos. Desplegaba su inteligencia siempre con un gesto serio, tras el que chisporroteaba su gracia, su ironía, su retranca. Aquellas veladas, bajo sombras frondosas, con los huevos moles de Serafina, fueron una forma de la felicidad.
En su labor de cronista de la intrahistoria de nuestro pueblo, entregó parte de su vida a salvar la memoria de otros, a legarnos tantas vidas e historias que sin él se hubiesen perdido.
Me consuela, tras su muerte, saber que su vida fue una vida cumplida, que su legado se queda con nosotros, que Paradas te debe gratitud por haber salvaguardado y velado su memoria”.
Otro paisano y gran amigo, el profesor de Historia, escritor e investigador Joaquín Ramón Pérez Buzón, le dedica este afectuoso soneto:
A RICARDO, IN MEMORIAM
Más paraeño que el Porche has sido
y serás, porque has guardado la esencia
de Paradas en tu propia vivencia
y en tus escritos se halla su latido.
De crónicas y versos has vestido
calles y plazas; y con tu presencia
en actos culturales, la excelencia
para esta tierra siempre has conseguido.
¡Y compartimos tantas ocasiones!
Recuerdo cuando contaste conmigo
para aquellas curiosas ”excursiones”;
pero ahora, Ricardo, yo te digo
que, aun añorando tus aportaciones,
más te echaré de menos como amigo.