Nutrición
¿Es realmente la kombucha la nueva bebida saludable?
Por
Griselda Herrero Martín
Post #31

Da igual hacia donde mires, te encontrarás de frente con la kombucha porque es una de las bebidas de moda del momento. De hecho, cada vez es más frecuente encontrarla en estanterías de supermercados y en cartas de bares; el problema es que se le atribuyan supuestas propiedades saludables que a día de hoy no ha demostrado tener.

La kombucha es una bebida de té fermentado por cultivos bacterianos y de levadura. Al ser una bebida fermentada, las bacterias transforman la sacarosa u otros azúcares en etanol (alcohol). De forma natural, la kombucha fermentada contiene entre el 0 y el 3 % de alcohol. Así es como lo muestra un reciente estudio realizado por Jang y sus colaboradores en Canadá, el cual evaluó las concentraciones de etanol (mediante cromatografía de gases) en la kombucha recolectada y comprada en establecimientos minoristas. Lo que encontraron fue que, dependiendo del lugar y de los ingredientes de cada muestra, las concentraciones de etanol variaban de forma significativa pudiendo llegar en ocasiones hasta 3% de alcohol. Como hemos repetido en muchas ocasiones, no podemos atribuir propiedades de salud a un producto si el alcohol está presente.

Pero vamos más allá, porque la investigadora Jennifer Miranda y su grupo han publicado una revisión en 2022 en la que se desmienten los supuestos beneficios que se atribuyen a la kombucha, describiendo además algunos de los efectos adversos que puede provocar en determinadas situaciones:

- Infancia. Aunque en muchos ámbitos se especifique evitar el alcohol a menores de 5 años, lo cierto es que la toma de alcohol durante la etapa escolar puede tener consecuencias graves como el deterioro de funciones vitales. Además, puede afectar al desarrollo cognitivo, a desarrollar la memoria o habilidades del pensamiento, así como aumentar el riesgo de dependencia hacia el alcohol u otras sustancias. La salud mental y emocional también pueden verse afectadas.

- Embarazo y lactancia. Tomar alcohol en el embarazo puede provocar abortos espontáneos, retrasos en el crecimiento antes de nacer, bajo peso al nacer, partos prematuros, así como el síndrome alcohólico fetal.

- Patologías hepáticas. El alcohol puede provocar principalmente acumulación de grasa en el hígado (esteatosis hepática o hígado graso), hepatitis alcohólica (inflamación) o cirrosis.

- Patologías intestinales. El alcohol puede ser el desencadenante de la enfermedad de Crohn, desequilibrio en la microbiota, así como otras patologías.

- Inmunodeprimidos. El alcohol también puede afectar al sistema inmunitario, pudiéndolo dejar más expuestos a enfermedades.

- Resto de la población. El alcohol es una sustancia tóxica por lo que la dosis recomendada siempre será 0. Además, los estudios mencionados indican que “actualmente no hay pruebas de que la kombucha tenga actividad biológica en humanos”, lo cual demuestra, una vez más, que fijarnos en un solo nutriente para determinar que un producto sea más o menos saludable no es una estrategia adecuada y solo sirve para confundir a la población.

Por tanto, entendamos que esta bebida de moda es similar a un refresco o bebida con alcohol, y tengámoslo en cuenta a la hora de elegir tomarlo.

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