Nutrición
La Generación del “Shokuiku”
Por
Griselda Herrero Martín
Post #25

Una ingesta nutricional adecuada durante el almuerzo escolar puede ser eficaz para reducir la obesidad infantil. Tal vez pueda sonar de Perogrullo pero son las conclusiones publicadas en la revista Journal of Public Health el pasado mes de Junio, en el estudio llamado Impacto del programa de almuerzos escolares en el sobrepeso y la obesidad entre los estudiantes de secundaria: un estudio nacional en Japón.

Cuando nos referimos a países orientales como China, Tailandia o Japón siempre destacamos la importancia de su dieta, incluso es muy común que se ponga de moda entre nosotros alguna dieta con rasgos o costumbres orientales, porque pensamos que sus hábitos dietéticos son mejores que los nuestros. Sin embargo, no es mejor una dieta oriental que nuestra dieta mediterránea. Es más, podríamos decir que ambas dietas pueden ser saludables en sus respectivos contextos. Pero tal vez encontremos una pequeña diferencia en la forma japonesa de afrontar un problema respecto a la forma en que lo resolveríamos aquí.

La comida rápida ha llegado a todos los rincones del planeta. Los productos ultraprocesados y con un alto índice de azúcares y grasas no saludables también. Mientras en España la cifra de niños con sobrepeso u obesidad se eleva por encima del 40 %, en Japón están ejecutando una serie de medidas para bajar del 5% del sobrepeso infantil.

Cuando hay que afrontar problemas serios de salud, y éste lo es, hay que hacerlo desde arriba y Japón ha sabido definir cuáles son las prioridades de su población. En 2005 aprobó la Ley Básica del Shokuiku (Shoku, dieta; iku, formación integral), que consiste en una serie de medidas para reducir el sobrepeso de los niños. Esta ley de hábitos saludables promueve hábitos dietéticos saludables y compromete a todas las partes implicadas, es decir: niños, escuela y familia, de forma que engloba a toda la educación desde los 5 a los 16 años, siendo obligatoria la permanencia del alumno en el comedor escolar. Dicho programa ha integrado la nutrición como parte de la educación y ha tomado medidas tan interesantes como que son los propios niños quienes reparten el almuerzo en el comedor. Con ello cada niño elige la cantidad que desea comer respetando así sus señales de hambre, aprendiendo a medir la cantidad que va a comer según su apetito y generando menor cantidad de desperdicio de alimentos. Se intenta consumir y promover alimentos locales y son los mismos agricultores o productores de la zona quienes intercambian conversaciones con los niños sobre la importancia del consumo local, tanto para ellos como para el sustento de la región. Los niños aprenden a leer etiquetas, a realizar la compra, a cocinar, incluso a limpiar el pescado con el fin de implicarles en la alimentación saludable y despertar su interés por la cocina. Los profesores explican a diario el contenido nutricional y los beneficios que puede tener una alimentación saludable, y están prohibidas las máquinas dispensadoras de comida o bebidas en la escuela.

Algunos organismos o asociaciones españolas están planteando programas similares a Shokuiku para implantarlos en España pero parece que de momento la industria está ganando la batalla y, por ahora, no tenemos prevista ninguna ley básica que luche por esta problemática de salud.

Los primeros resultados a fecha de 2010 son muy alentadores, reduciendo en un 20% esta tasa de sobrepeso haciendo que pase del 5% al 4%, aunque se prevé una nueva problemática: ¿qué pasará con estos niños cuando abandonen el colegio y entren en la Universidad o formen sus propias familias?. Tal vez puedan caer en las garras de la industria alimentaria o quizá no. La generación del Shokuiku tiene la certeza de estar en el camino correcto durante toda la etapa escolar, donde se forman los cimientos de los hábitos saludables, y, si por diferentes circunstancias o impedimentos cambiaran de hábitos durante la etapa adulta, que “les quiten lo bailao”.

Dra. Griselda Herrero Martín

Dietista-Nutricionista

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