Prácticamente un desconocido entre nosotros, Antoine Barraud juega ya desde antes de empezar su película al despiste y la intriga con proverbial fortuna. Su título y una turbadora e impecable secuencia de arranque logran el milagro, nos atrapan hasta dejarnos llevar de la mano por la fascinante historia de esta mujer a la que da vida la nueva musa del cine galo, una Virginie Efira en la cima de su carrera y su belleza. Afortunadamente de vez en cuando se estrenan películas como esta, de corte clásico y elegante que nos sumergen en una trama tan intrigante y subyugante, en este caso la de una sofisticada mujer que trabaja como intérprete y que sobrelleva una doble vida.
Barraud nos sumerge en un sinfín de incógnitas, algunas aparentemente incoherentes pero finalmente resueltas con pericia y convicción. Todo con el fin de exhibir la vulnerabilidad de un personaje que representa en la vida real el drama de muchas personas, especialmente mujeres, a quienes los sentimientos y la seducción les han llevado al límite de sus emociones. Desórdenes a menudo carne de psiquiatría e incluso de reclusión hospitalaria, y que el guion refleja muy bien en el personaje interpretado por el director israelí Nadav Lapid, tan querido de nuestro festival de cine (La profresora de parvulario, Sinónimos, La rodilla de Ahed). También él sucumbe a los encantos de una mujer tan atractiva y elegante, mientras esta parece siempre dispuesta a absorber elogios y seducción quizás a la búsqueda de un afecto que mantenga el equilibro de su delicada línea emocional.
Francia-Bélgica-Suiza 2021
Dirección Antoine Barraud
Guion Antoine Barraud y Héléna Klotz
Fotografía Gordon Spooner
Música Romain Trouillet
Intérpretes Virginie Efira, Quim Gutiérrez, Bruno Salomone, Jacqueline Bisset, François Rostain, Loïse Benguerel, Valérie Donzelli, Nadav Lapid, Nathalie Boutefeu, Thomas Gioria, Mona Walravens