Esta sencilla y emotiva película es un ejemplo más de cómo cambiar el título original para poner uno que no tiene mucho sentido. El original en inglés, “Little men”, se ajusta perfectamente a lo que su director, Ira Sachs, nos quiere contar, porque precisamente pone el foco en los dos adolescentes sobre los que recae el mayor peso de la trama argumental. En torno a ellos se sitúan sus respectivas familias, protagonistas de un conflicto de difícil solución en el que, al fin y al cabo, serán ellos quienes, lo quieran o no, sufrirán las consecuencias de las decisiones de los adultos.
La película comienza con un doble cambio vital para el joven Jack: su abuelo ha muerto (es magistral cómo lo cuenta Sachs) y se van a mudar a la casa familiar, donde Jack trabará muy pronto una estrecha amistad con el hijo de una inmigrante. Ésta se convierte automáticamente en la inquilina de la familia, porque tiene alquilado un local en el bajo.
Historia de amistad y de relaciones entre padres e hijos, “Verano en Brooklyn” parte del interés de su director por el diálogo intergeneracional y de un hecho vivido en la familia de su coguionista. El resultado es una película de notable sensibilidad siempre tratada con extraordinaria elegancia y sutilidad (por ejemplo, la citada secuencia en la que Jack se entera de la muerte de su abuelo o el momento de abatimiento de su padre); otro ejemplo es cuando los sentimientos de Jack estallan en una de las secuencias finales, en la que el joven Theo Taplitz hace un trabajo magnífico. En la interpretación reside otra de las principales virtudes de esta pequeña producción. Tanto Taplitz como el también jovencito Michael Barbieri están geniales y aguantan muy bien el tipo frente a actores de la talla de Greg Kinnear, siempre tan ajustado, y la chilena Paulina García, una dama del teatro en su país, a la que también se puede ver en la popular serie “Narcos”. Junto a ellos, en un papel ciertamente episódico, el gran Alfred Molina, protagonista de “El amor es extraño”, la anterior película de Ira Sachs.
Asimismo hay que remarcar el gran trabajo del compositor Óscar Durán, cuya partitura predispone desde los títulos de créditos iniciales a situarnos ante una historia entrañable desde principio hasta su final.
Director: Ira Sachs;
Guión: Ira Sachs y Mauricio Zacharias;
Fotografía: Óscar Durán;
Montaje: Mollie Goldstein y Affonso Gonçalves;
Música: Dickon Hinchliffe;
Productores: Lucas Joaquin, Christos V. Konstantakopoulos, Jim Lande, L. A. Teodosio e Ira Sachs.
Reparto: Theo Taplitz (Jake Jardine), Michael Barbieri (Tony Calvelli), Greg Kinnear (Brian Jardine), Paulina García (Leonor Calvelli), Jennifer Ehle (Kathy Jardine), Talia Balsam (Audrey) y Alfred Molina (Hernán).