Una edición más, los Reales Alcázares de Sevilla acogen este evento, que durante sus treinta años de historia ha recorrido escenarios tan variados como el Instituto Francés, el Salón Santo Tomás del Palacio Arzobispal y el Atrio de la Catedral; y siempre en estas mismas fechas, el puente de la Inmaculada. Este año, participan en la muestra 20 conventos, de los cuales ocho se ubican en la capital: S. Leandro (Agustinas), Sta. Paula (Jerónimas), Sta. Inés (Clarisas), S. Clemente (Cistercienses), Ntra. Sra. del Socorro (Concepcionistas Franciscanas), Madre de Dios (Dominicas), Sta. Ana (Carmelitas Descalzas) y Sta. María de Jesús (Clarisas). Los doce restantes, procedentes de la provincia de Sevilla son: Jerónimas de Constantina, Jerónimas de Morón, Dominicas de Écija, Clarisas de: Estepa, Marchena, Lebrija, Morón y Carmona, Mercedarias Descalzas de Marchena y de Osuna, Concepcionistas Franciscanas de Osuna y Carmelitas Calzadas de Utrera.
En cuanto a los dulces sin azúcar, los conventos de Sta. Ana y Ntra. Sra. del Socorro seguirán presentando las variedades que tanto éxito tuvieron en ediciones anteriores. Las monjas de clausura viven de su trabajo y de las limosnas que reciben, sin contar con la ayuda de subvenciones. Por ello, el objetivo de esta muestra y venta de dulces conventuales es dar a conocer los dulces elaborados por las monjas y recordar, que estas congregaciónes viven de su trabajo, y todos podemos ayudarlas a lo largo del año, adquiriendo estas delicias en el tornos de sus Monasterios, donde además se pueden encargar para celebraciones. En la actualidad, son 38 los conventos dedicados a la oración en Sevilla, y todos con un lema en común, Ora et Labora.