Si el interior del bosque de pinsapos es mágico, sus vistas desde el exterior no resultan menos extraordinarias. Es la existencia de este bosque el motivo de que esta área se encuentre protegida y catalogada como Zona de Reserva, ya que esta especie de abeto, una de las nueve que circundan al Mediterráneo, sólo habita de forma natural en la Sierra de las Nieves, Los Reales de Sierra Bermeja y el macizo de Grazalema.