“Pegar la hebra” es una locución verbal coloquial que significa, según el diccionario de la Real Academia Española “Trabar accidentalmente conversación, o prolongarla más de la cuenta”
Con la muestra Pegando la hebra se establece una conversación abierta entre todas las artistas y a la que todos y todas estamos invitados, con premeditación y prolongándola todo el tiempo que sea necesario. Como en tiempos de nuestras madres y abuelas que se reunían en las puertas de las casas, al atardecer, a coser, bordar o tejer y al mismo tiempo a charlar y compartir experiencias, a cuidarse emocionalmente al mismo tiempo que cuidaban el proceso de creación de cada pieza.
Así, cada una de las artistas presenta una versión particular de esta conversación. Desde los objetos y prendas tejidas expresamente por Anna Jonsson, Charo Corrales y Maribel Domenech, las intervenciones sobre prendas usadas de Aline Part o el vestido destejido de María Gimeno. Las piezas fabricadas y cosidas colectivamente como la de María Bueno y Cristina Artés, junto a mujeres vecinas de Huete. También las fotografías de objetos cotidianos envueltos en lanas de Kae Newcomb o las esculturas con materiales textiles de Anamusma, Yolanda Relinque e Isabel Cuadrado. La instalación con tejidos de diseño propio de Kima Guitart o la de María Muñoz con piezas cerámicas e hilos a modo de pentagrama musical y los vestidos de la instalación de Elisa Torreira o las articulaciones del deseo de Sara Coleman. Finalmente, el bodegón barroco tridimensional de Paula Noya, o los dípticos bordados de Sandra Sarasola y Concha Romeu.
Todas ellas nos remiten a tiempos vividos o experiencias por vivir. Todas ellas están pegando la hebra