Entendiendo, con Baudrillard, el trompe-l’œil como un ejercicio más metafísico que pictórico, Alisa Sibirskaya (Krasnoyarsk, Siberia, 1989) compone a partir de la fotografía escenas y mundos que nos trasladan a diferentes períodos de la historia de la pintura para reflexionar sobre el presente desde los lenguajes formales y temáticos del pasado.
Concebida como una revisión de los credos pictóricos y morales del pasado, Belleza furtiva presenta un diálogo con la tradición que aspira a cuestionar, con el género de la vanitas como principal hilo conductor, la vacuidad de unos discursos que pretendían convencernos de la futilidad de los placeres mundanos ante la certeza de la muerte.
Si las vanitas mostraban naturalezas muertas con frutas, flores y animales en estados de descomposición para ilustrar el carácter efímero de los placeres terrenales, Sibirskaya actualiza este tema para hablar de la cultura material de nuestro presente, exacerbada por la ausencia generalizada de sentido respecto a nuestra trascendencia.
La muestra ha sido comisariada por Natàlia Chocarro, asesora de arte de presidencia de la Fundació Vila Casas, dentro del programa Puntos de fuga, una propuesta que parte de los artistas del fondo de la colección para crear nuevas propuestas expositivas proyectadas dentro y fuera del territorio.