VIII MOMENTS FESTIVAL SEVILLA

La propuesta que nos trae Jenkins en esta ocasión, y como suele ser habitual en él, no puede ser más original y novedosa, además de apelar directamente a nuestras conciencias y nuestra responsabilidad como consumidores de un planeta que lleva décadas pidiéndonos que escuchemos sus súplicas. Hablamos de un compendio de collages en los que, este renombrado artista multidisciplinar (director creativo independiente, consultor, curador, diseñador, ilustrador y escritor) explora el mundo del papel encontrado y posteriormente rescatado. Jenkins ha recogido pedazos de papel, efímeros, a lo largo de su vida, dando como resultado una colección de docenas de cajas de «basura» a partir de las cuales construye sus collages, dando a los pedazos y piezas una segunda encarnación: un renacimiento de la basura. Pega las piezas en un nuevo contexto, en un intento de retratar la culpa de ser un consumidor moderno y dejar un rastro de papel de toda una vida.

A los 17 años Jenkins se mudó a Denver, Colorado, donde asistió a la escuela de arte. A los 20 comenzó a trabajar como editor jefe de una nueva revista de BMX, Freestylin’ en Los Ángeles, California. Pasó la década siguiente trabajando en revistas, como editor, escritor, ilustrador y artista gráfico, con sus dos mejores amigos y socios, Mark Lewman y Spike Jonze. Más tarde, Jenkins expandió sus habilidades editoriales y fundó Bend Press, En 1994 fue a trabajar para Girl Skateboard Company como director de arte, y más tarde, como director creativo. Fue en Girl donde fundó el infame colectivo Art Dump, que presenta a los artistas que contribuyeron a todas las marcas de Girl a lo largo de los años, una lista que incluye a Geoff McFetridge, Evan Hecox, Kevin Lyons, Misato Suzuki y muchos más. Su trabajo con el Art Dump y a nivel personal, se ha mostrado en decenas de exposiciones en los Estados Unidos y en todo el mundo (Japón, Inglaterra, Australia, Francia, España, México, Holanda).

¿Por qué no te lo puedes perder?
Porque estamos ante una propuesta original y rompedora, como casi todas las de Jenkins, en la que la reflexión acerca del papel que desempeñamos en nuestro entorno termina siendo el plato fuerte de la muestra.