Fotografía de ANTOINE D'AGATA por primera vez en España.
Diez años de trabajo documental en torno al espesor del mundo, su violencia y sus enormes heridas. Un lenguaje visual que le hace partícipe de la realidad que retrata.
El contexto es un mundo que discrimina a nivel político, económico y social; y los seres humanos protagonistas en la obra de D’Agata aparecen borrosos, a veces desfigurados. Su obra es un compromiso de cara a la violencia de un mundo que le obsesiona y le atraviesa. Un lenguaje visual que le hace partícipe de la realidad que retrata. En palabras del artista sobre sus fotografías: “Mi trabajo no consiste en mirar el mundo, sino en buscar un modo de estar en el mundo… A menudo me encuentro con personas que ven mis imágenes y no las entienden, porque incluso en los lugares más oscuros y sórdidos hay espacio para la luz; pero mi visión del mundo es mucho más oscura, y en mis fotografías la luz no tiene cabida. Creo que ese espacio oscuro que yo veo en la gente, no es más que un reflejo de mí mismo”