De Fernando Baños.
En la Edad Media, en Europa, se dio, una bella forma gráfica de representación, por parte de los monjes, que llamaron “bestiarios”; se trató de animales fantásticos, que dibujaban en códices dentro de los conventos; estos dibujos, debido a las supersticiones y creencias religiosas, influyeron en la población, asi que grifos, dragones, unicornios, basiliscos, arpías, centauros y otros especímenes, pertenecieron al imaginario popular.
Sus dibujos, aunque nada tienen que ver con la morfología de los bestiarios medievales, si es verdad que partiendo de otra serie anterior, se han ido realizando con todo una imaginería de bichos que, conceptualmente, pueden recordar la idea de los bestiarios ya que en ellos, se producen fusiones de morfologías dispares, entre anfibios y vertebrados, peces/lagarto, dragones/arañas, pájaros/serpientes, etc.