El gaditano Hernán Cortés (1953) se ha convertido en el gran retratista español de las últimas décadas, en las que han pasado por sus pinceles reyes, como Don Juan Carlos y Don Felipe; presidentes del Gobierno, como Felipe González; empresarios, como Plácido Arango, Jesús de Polanco o Alicia Koplowitz; escritores como Dámaso Alonso y Rafael Alberti; y el arquitecto Norman Foster.
Esta es solo una muestra reducida de los retratos que han situado a Hernán Cortés como uno de los pintores españoles más demandados por las instituciones, habiendo recibido encargos, entre otros, del Congreso, el Senado, Tribunal Constitucional, el Consejo de Estado y la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.
Esta muestra hace una retrospectiva de su obra y está compuesta por un total de 111 obras pictóricas. Entre ellas, hay retratos de Rafael Alberti a Francisco Ayala, pasando por Jorge Guillén, Jesús de Polanco, Gregorio Marañón, Norman Foster, Raymond Carr, John Elliott, Plácido Arango y Felipe González. Todas ellas con un hilo conductor, el interés artístico de Cortés por el individuo.