Una exposición de pinturas de la mano de Zaida Hermoso (Antes María Matilde).
Los cuadro de Zaida te agarran, te amarran las entrañas del alma con cuerdas invisibles y te hablan de las cosas de la vida que importan: la alegría, los lazos de sangre, el equilibrio, el amor, la belleza. El camino amarillo de su obra artística serpentea a través de los campos verdes, los bosques y valles fértiles de su experiencia vital, evolucionando y creciendo en la búsqueda de las razones del vivir. Corazones colorados de pasión, geometrías de armonía y plenitud, ojos de luz que miran de otras maneras, espirales de sensualidad fecunda, simetrías orgánicas, abalorios que son feminidad y juego, su niña y la niñez. El uso del color en sus cuadros concentra toda la atención de la mirada en un universo instantáneo, hipnótico y singular caracterizado por una vitalidad embriagadora narrada a través del lenguaje rotundo de los colores. Las formas simétricas geométricas y orgánicas continuamente representadas en su pintura, se contraponen y se completan, delicadas y proporcionadas, formando círculos, hojas, triánigulos, flores y estrellas qeu convergen en las espirales, fusión de naturaleza y matemáticas, lo cíclico como forma de construir, el batir de la fuerza de la vida, el ritmo. Se pintura es universal como lo es todo arte que provoca una emoción íntima en quienes lo disfrutan, y deja el corazón esperanzado y alegre.