Pinturas de Antonio Agudo (Sevilla 1940)
La vasta extensión del territorio americano nos reserva paisajes donde la naturaleza se muestra en estado puro, incontrolable e incontrolada. Las grandes caídas de agua, la presencia poderosa de la vegetación, la amenazante llegada de una tormenta o el renacer de un rato de luz en el color del cielo han atrapado el alma de Antonio Agudo en sus viajes a aquel continente por razones familiares. El resultado final es admirable: varias series de acuarelas de desacostumbrado formato, de intrínseca dificultad, que van desde la intención impresionista de captar un instante hasta la orilla de la abstracción, en la que apenas una línea horizontal, la ruptura de un claro entre oscuros o la dirección de una pincelada se convierten en referencias paisajísticas. Y con esto, una vez más en el arte, el prodigio de compartir la emoción en el modo en que el artista nos la cuenta. Esta es la América descubierta para nosotros por Antonio Agudo.