La muestra reúne más de 50 fotografías analógicas en blanco y negro realizadas entre los años 2011 y 2015, período en el que Eki Gracia abandona el hogar familiar como primer paso para alejarse de los convencionalismos sociales. En ese nuevo camino de experimentación existencial y artística, lo acompaña una cámara heredada, con la que decide hacer un diario-archivo de esos mundos invisibles en los que comienza a formar arte y parte.