El mar de las costas gaditanas guarda en sus profundidades testimonios valiosos de la historia de la humanidad, desde los orígenes de la navegación a nuestros días. La estratégica situación en el extremo occidental del Mediterráneo, la confluencia en sus aguas de los continentes europeo y africano y la apertura al Atlántico, convierten a esta zona en uno de los núcleos claves de las rutas marítimas.
Los fenicios establecieron en Gadir uno de sus principales asentamientos y desarrollaron un activo comercio, intensificado posteriormente por Roma. Un milenio después, el descubrimiento de América abrió un horizonte hasta entonces insospechado, convirtiendo a la Bahía de Cádiz en uno de los centros portuarios más activos del mundo.
De todas esas actividades marítimas y comerciales existen huellas fehacientes en el Museo de Cádiz a través de múltiples objetos de procedencia subacuática.