Miguel Gómez Losada insiste en Escandinavia con la poética avanzada en sus dos anteriores proyectos: Una historia rusa, donde el norte es tratado como fantasía espiritual y la pintura como manera de ofrecerla a la vista, a la que siguió Romanza, última exposición de la obra del artista, celebrada en el CAC de Málaga.
Escandinavia sería un lugar imaginado más que una geografía concreta, y la lejanía, la esperanza. La pintura es la forma de alcanzar lo que no se tiene: mirando desde el sur, Escandinavia sería un punto extremo del mundo, allí se une lo que se espera con lo que se recuerda.