Pinturas y fotografías de ANTONI SOCÍAS
La galería Rafael Ortiz presenta dos exposiciones de ANTONI SOCÍAS en una: "Como caído del Cielo (pinturas)" y "Construir el pasado (fotografías)".
Antoni Socías (Inca, Mallorca, 1955) representó a España en la XXIV Bienal de Sao Paulo. Ha expuesto individualmente en La Lonja_Palma de Mallorca/1989, Kunstmuseum_Bonn/2004, CAAM_Las Palmas de Gran Canaria/2012 (salas Hospital de San Martín), CGAC_Santiago de Compostela o en el Museo Es Baluard_Palma de Mallorca. Ha expuesto también, tanto individual como colectivamente, en la Bienal Hispanoamericana de México/1982, Memorial Modibo Keita_Bamako/2005, Musée des Beaux Arts_Kinshasa/2006, CAC_Málaga/2015, Fundación Suñol_Barcelona/2012-2023, y en múltiples galerías y ferias españolas y extranjeras.
Como caído del Cielo
Nos encontramos ante un proceso transfronterizo que transcurre entre distintas dimensiones. Del plano real pasamos al virtual a través del mundo de los sueños y retornamos al mundo efectivo toda vez descifrada, reinterpretada y puesta en escena la materia soñada. En este proyecto Antoni Socías (el interventor durmiente) no trabaja su obra pictórica propiamente dicha, sino que reinterpreta el conjunto pictórico de un autor anónimo ubicado en el entresijo de estos sueños periódicos, el Maestro de la Fragilidad del Mundo.
A comienzos de 2019, Socías toma la responsabilidad de recuperar este legado de la oscuridad. Su disposición de ánimo, sin embargo, no se corresponde con ninguna visión beatífica trasnochada y sí con la pasión ascética de moverse en tierra de nadie y en espacios vacíos y complejos. ¿Significa que el Maestro de la Fragilidad del Mundo y el durmiente tienen raíces o cimientos comunes, quizás que el primero pudiera ser un alter ego del segundo, un heterónimo enmascarado, un coetáneo avatar de trabajo... o todo lo contrario? No descartemos nada, de momento, y pasemos a ver los primeros resultados de este proyecto en la exposición que presentamos hoy.
Construir el pasado
Desde su dimensión de pintor, Antoni Socías concibe la fotografía como si de dibujo se tratara… y utiliza la cámara como un grafito o un buril, precisamente para dejar plasmadas las ideas sobre el sistema límbico de su cerebro, o en incisión pura sobre el hueso de su bóveda craneal. Antoni Socías tuvo durante 19 años una labor primordial pendiente, que le removía la conciencia. Con el advenimiento de la fotografía digital, su archivo de negativos quedó aparcado en cajas cerradas… hasta hace un año. Momentáneamente, dejó de lado la pintura y dedica ahora su tiempo a recuperar todas esas imágenes analógicas (1970-2004), además de crear nuevas producciones fotográficas a partir de la conjunción, superposición, paralelismo o correlación de antiguas fotografías. Su filosofía pasa por construir a partir del pasado para sentar las bases de su futuro creativo. Trabajando en sus hojas de contactos, fue descubriendo paulatinamente mensajes secretos que él mismo había ido dejando gráficamente en algunos conjuntos de imágenes, para en un futuro poder abordar el trabajo con nuevas perspectivas, mucho antes de que existieran las actuales herramientas de edición y retoque. Gracias a la tecnología, su intuición de antaño se está convirtiendo hoy día en una realidad visible.