De Emmanuel Lafont. Esta exposición, junto con Cine, de Virginia Rota, forman parte de la programación del MAF 2017.

Plantea, al espectador, por un lado, un diálogo en torno a la memoria sentimental del Festival de Málaga, y por otro, una interpelación a la identidad de quien se acerque a disfrutar de esta exposición.

Es el resultado de la colaboración entre ambas instituciones, el Festival de Málaga y la Delegación de Cultura de la Diputación Provincial de Málaga.

Finding Franz Maes'una exposición que tiene por eje discursivo la identidad y el ejercicio de la otredad. La experiencia de la vida aparece como relato que amalgama memoria e identidad, planteando una búsqueda sobre el significado del ser humano, la manera de definir el mundo que rodea a las personas, y cómo se relacionan con el entorno.

Esta exposición parte de un hecho ligado al azar, irrumpe en la vida del artista cuando Lafont encuentra un álbum de fotografías antiguas y comienza a investigar sobre el principio de las mismas y sobre el origen de quienes las habitan. Así, se encuentra con Franz Maes, un personaje que, en esta exposición, se mueve en una realidad ficcionada que ofrece al artista la posibilidad de jugar, un planteamiento artístico en torno al diálogo con el otro y con la curiosidad que es motor de quien aspira a conquistar otros horizontes. 

Tras ese planteamiento inicial del juego, como motor artístico, la experiencia de la vida de Franz Maes va adquiriendo la condición de real en la propia vida de Emmanuel Lafont, quien comienza a viajar tras el rastro de ese hombre que vive en las fotografías. Concebido como un proyecto vivo, dinámico, 'Finding Franz Maes' pretende diseccionar realidad y ficción, entrecruzar ambas experiencias, y encontrar una línea narrativa a partir de la cual establecer un diálogo con la realidad real y la manera en la que el artista habita el mundo.

La identidad es el punto de partida, Lafont necesita saber quién es Franz Maes y sus familiares, así, con este planteamiento lúdico, el artista aprehende la necesidad del ser humano de generar marcas en el tiempo, algo que testimonie dónde ha estado, y es aquí donde introduce el concepto de memoria en su discurso expositivo.  El anonimato entra en juego en cuanto Lafont pierde la pista real de estos personajes y empieza a inventar las vidas de ellos, las vidas de esos otros. Es justo aquí donde Emmanuel Lafont descubre que es una forma de hablar de sí mismo, sin exponerse.