Obras de Julio Anaya Cabanding
A veces, una sola palabra puede evocar una idea universal. Guernica, desde su instalación en el Pabellón de la República en la Exposición Internacional de París de 1937, se convirtió en un símbolo contra la guerra. El monumental lienzo de Pablo Ruiz Picasso no solo nació como protesta ante la barbarie, sino que también recorrió diversas ciudades de Europa y Estados Unidos con el propósito de recaudar fondos para los refugiados, especialmente para las madres y los niños, víctimas inocentes del conflicto.
En este diálogo con la historia del arte se inscribe la obra de Julio Anaya Cabanding, pintor malagueño que, desde su infancia, estuvo vinculado a las prácticas artísticas. Tras su paso por Bellas Artes en la Universidad de Málaga, encontró en la fusión de lo clásico y lo urbano un camino propio, explorando la relación del arte con el espacio público y el reciclaje de materiales.
Su pintura nos sitúa ante una paradoja: al reproducir obras maestras sobre cartones encontrados en la calle, nos invita a reflexionar sobre la autenticidad y el valor del arte. Lejos de ser meras copias, sus reinterpretaciones buscan desentrañar las motivaciones más profundas de los grandes maestros. Guernica, por supuesto, ocupa un lugar central en su repertorio, permitiéndonos revivir el dolor y la memoria de sus víctimas a través de una nueva mirada.
Julio Anaya Cabanding: «Guernica fragmentado. Escultura de soldado esparcida en pedazos por el suelo». Acrílico sobre cartones abandonados, 2023. Col. Fundación Mecenas MCNP