Jia Aili es uno de los pintores chinos emergentes más destacado y sus obras reflejan los cambios dramáticos producidos en la sociedad china después del 2000. El artista yuxtapone características contemporáneas con un estilo tradicional figurativo. Sus paisajes abstractos, fragmentados, a menudo interrumpidos por objetos que parecen ir a la deriva, son en realidad una clara reflexión sobre él mismo, más que de la sociedad actual. La exposición reunirá 37 pinturas y diversos materiales utilizados por el artista que se mostrarán en varias vitrinas.
Se trata de la exposición más importante que se ha hecho del artista en Europa, que ha expuesto de manera individual en Taiwan, China, Hong Kong, Londres o Nueva York.
El trabajo de Jia Aili explora el tema del realismo, y representa momentos de la vida cotidiana mezclados con escenas de apariencia post-apocalíptica. Crea imágenes de lo que está pasando ahora, alterando el elemento del tiempo en sus obras. A veces, sus pinturas aparecen claramente fechadas, pero otras, presentan varios momentos diferentes que son contradictorios y ambiguos al mismo momento. El artista toma la perspectiva como nexo entre sus primeros trabajos y los más actuales. En sus primeras obras primaba el realismo, sin embargo, en sus obras recientes estudia más los elementos narrativos. De hecho, quiere conseguir profundizar no solo en su estilo artístico personal, sino también en la manera en que aplica el realismo en sus obras.
Jia Aili se basa en la historia, cultura, ciencia, tecnología, enfermedades y guerras. Utiliza imágenes metafóricas, fragmentos y símbolos de la época post-industrial abarcando diferentes momentos y lugares donde las personas incluyen máscaras antigás, ruinas industriales, cohetes despegando y maquinaria industrial de gran tamaño, todo en la misma obra. Realiza sus pinturas mediante la superposición de enormes paneles, como por ejemplo en Hermit from the Planet, 2015-2016 (#1), obra compuesta por tres paneles.
El mundo de Jia Aili, es un mundo post-apocalíptico, donde los protagonistas no son los seres humanos, sino sus actos y sus posteriores consecuencias