De RUBÉN GUERRERO
(Estratégico y darwiniano)
Del mismo modo que el juego de Arquímedes conocido como Stomachion se podía resolver de diversas formas sin alterar el resultado, Rubén Guerrero plantea, con ésta su segunda exposición individual en la galería Rafael Ortiz, la sospecha de que cada imagen contiene múltiples y distintas traducciones formales, entendiendo que cada una de ellas es igual de válida. Aceptando esta premisa, Guerrero plantea un ejercicio morfológico, estratégico y darwiniano en dirección contraria al habitual proceso de bocetaje, valiéndose en este caso de una obra final resultante para proponer, a continuación, distintas versiones del mismo motivo desde posicionamientos pictóricos muy alejados. De esta forma quedan en evidencia los modos de hacer y sus múltiples posibilidades miméticas y técnicas, renunciando de forma consciente y premeditada a la idea de estilo, tan relacionada con la pintura.