Sobre formas circulares, se integran u ocultan formas rectangulares y orgánicas, siendo la naturaleza la última y más valiosa integrante de esa imagen.
Son los papeles de lino duros pero flexibles. Se pueden deformar y con ellos transgredir la bidimensionalidad, como parte compositiva, como si fuera su estado natural.
Son contradicciones sobre las que Triana Obregón ha trabajado. Cada obra pretende ser un diálogo que busca el equilibrio entre los opuestos.
Pintar la abstracción en plein air crea una conexión entre la materia y lo plástico, por un camino hacia lo primitivo. Porque ¿no es acaso la pintura impresión y huella, y la naturaleza soporte, sustento y objeto, como lo es el arte para el artista?