La muestra sumerge al visitante en el universo artístico de una artista de 12 años, nacida en París en 2011, y destaca el viaje creativo emprendido por Naomi, una joven con Trastorno del Espectro Autista (TEA)..
La pintura al óleo, a la que Naomi llegó de manera fortuita, se ha revelado como un medio eficaz para que la artista desarrolle una vía de expresión creativa y sensorial. Este es el medio que escogió instintivamente para expresar su conexión con el mundo que la rodea, capturando emociones, estados de ánimo y experiencias.
La exposición es una ventana abierta a la “profundidad poliédrica” de la expresión pictórica, trascendiendo las barreras entre lo figurativo y lo abstracto. Los temas explorados revelan su fascinación por la naturaleza y la representación simbólica de experiencias personales. «Las obras exhiben una meticulosa atención a los detalles, con motivos recurrentes que impactan significativamente en el espectador, incitando a reflexionar sobre el sentido de los mismos», indican desde el espacio expositivo.