Felipe Pantone desarrolla un trabajo que va desde el graffiti hasta el arte cinético. Fuertes contrastes, colores intensos, efectos y una buena cantidad de recursos de los que se sirve para que sus piezas generen un fuerte impacto en el espectador.
Lo realmente interesante no reside en la espectacularidad de su obra, sino en los motivos que le han llevado a ello. Vivimos en un momento en el que se generan más imágenes de las que se pueden consumir por lo que un artista plástico, condenado a generar nuevas imágenes, debe encontrar fórmulas para que las suyas destaquen por encima de las demás y prevalezcan. La velocidad con la que corre la información sufre un constante incremento exponencial, concepto que Felipe Pantone plasma en sus composiciones y que le sirve de leitmotiv, con su hiperactividad, sus métodos de trabajo y su constante viaje por todo el mundo.