Una conexión del ser con su esencia más pura, la celebración de la entidad humana como tal, sin ornamentaciones innecesarias. En un proceso parecido y sumando el aspecto de la soledad (fruto de esa huída deliberada), se alzan los paisajes recreados por Alba. Paisajes engendrados desde el silencio de la artista y que a su vez propicia al espectador/a encontrar el suyo propio. Dos líneas de trabajo muy diferentes que confluyen en Paisajes desde el Silencio, revelando una armonía espontánea entre ambas artistas.